La idea original surge del “Proyecto Sur”, presentado por Belén Trucco, técnica en Turismo y Guía, a pedido de Tomás Ezequiel Bondone. El Museo intenta conformar espacios de encuentros, diálogos, con la intención de fomentar vínculos que permitan la apropiación del patrimonio cultural y preservar la memoria comunitaria.
Lo hacemos porque la territorialidad de Alta Gracia corresponde a un amplio legado histórico. Desde los pueblos originarios, pasando por la impronta jesuítica y la esclavitud afro o afrodescendiente, hasta llegar a la mirada visionaria de Manuel Solares, último gran propietario de la Estancia de Alta Gracia. En su testamento Solares distribuye parte de los terrenos entre las personas que allí trabajaban para la conformación de una Villa.
Son diferentes hilos que tejieron la trama de nuestra ciudad. Un extenso tapiz de diversos colores y texturas, que refleja el paisaje social, los lugares y el devenir del tiempo. Historias que constituyen la idiosincrasia de Alta Gracia.
A través del proyecto, el Museo comienza un proceso de intercambio con vecinxs e instituciones. Recopilando material fotográfico, gráfico y periodístico. Recorriendo los barrios, buscando relatos que aporten a la visibilización de personas, organizaciones o artistas de las comunidades del sur de la ciudad. Para conocer quiénes son. Saber qué costumbres, eventos o espacios patrimoniales dan vida a las diversas identidades sociales.
