Estancia de Jesús María - Museo Jesuítico Nacional
Nos encontremos para recorrer los diferentes espacios de la Residencia Jesuítica. Lo hagamos responsablemente para cuidar y cuidarnos
La visita la podes realizar dentro de nuestro horario. Las posibilidades son de martes a viernes de 09 a 13 hs y de 15 a 19 hs; sábados y domingos de 09:30 a 12:30 hs y de 15:30 a 18:30 hs.
Contamos con servicio de visita mediada diarias de martes a domingo. Hay dos turnos disponibles. Uno a las 11 y otro a las 16:30 hs. No requiere reserva con anticipación. El formulario de contacto es uso exclusivo para establecimientos educativos y empresas o agentes de viajes.
Las visitas se pautan previamente asignando días y horarios, según disponibilidad. La capacidad es de hasta 30 personas en total (estudiantes, docentes y acompañantes). Serán realizadas por guías externos. Podrán comunicarse para solicitar reserva a través del siguiente formulario: https://museoliniers.cultura.gob.ar/formularios/contacto/
Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers
Av. Padre Viera esq. Solares 5186, Alta Gracia, Córdoba
+54 - 3547 - 421303 / 428734
El museo se encuentra en el centro de Alta Gracia, ciudad histórico-cultural más importante del departamento Santa María. Ubicada en el Valle de Paravachasca, en la provincia de Córdoba-Argentina, a 36 km de su capital y al pie del camino a las Altas Cumbres; ofrece un singular paisaje donde especies autóctonas y serpenteantes arroyos conviven con una población de aproximadamente 50.000 habitantes. En la ciudad se puede apreciar un patrimonio cultural diverso, rico en historia que comprende desde los pueblos nativos hasta nuestros días.
El origen de su nombre se remonta al año 1612, cuando Alonso Nieto de Herrera, español y uno de los propietarios de la estancia, la bautiza “Alta Gracia” en honor a “Nuestra Señora de Altagracia” patrona de Garrovillas de Alconétar, su pueblo natal. En 1820 José Manuel Solares, educador y filántropo cordobés, propietario de la Estancia Alta Gracia, estableció en su testamento que se deslinden terrenos del establecimiento rural para conformar una villa, hoy la ciudad de Alta Gracia.